Hallazgo en Hoya Grande
El colectivo Imastanen anuncia el hallazgo de al menos un nuevo grabado rupestre guanche no contemplado en Hoya Grande, en donde está proyectada la construcción de un nuevo campo de golf con zona residencial.
El lugar tal y como indica el informe patrimonial encargado por la promotora, “es un paraje dominado por un gran número de parcelas agrícolas, vinculadas a la antigua finca de la empresa exportadora Fyffes, en las que predomina la presencia de antiguas zonas de cultivo, infraestructuras agrícolas y pistas de tierra”. Se encuentra enmarcado entre dos hermosos barrancos de Adeje con un altísimo valor biológico y patrimonial. Aquí se proyecta construir un nuevo campo de golf, el décimo en la isla, con zonas residenciales de lujo bajo la excusa de que un 5% del proyecto iría destinado a vivienda pública. Además de convertirlo en un polo comercial siguiendo el plan urbanístico sin límites que asola el municipio adejero, el proyecto pretende convertirse en otro reclamo turístico a costa de seguir destruyendo suelo agrícola y espacios naturales de gran biodiversidad. Más de 1.000.000 m² de superficie en un proyecto que supondrá más cemento, despilfarro de agua y sobrepoblación, destruyendo una vez más una zona que de ser rehabilitada, supondría un entorno de gran riqueza natural que en sí misma podría convertirse en un espacio de alto interés paisajístico por los valores científicos y culturales que atesora.
El informe de esta gestora patrimonial recoge la presencia de 19 valores etnográficos y 10 arqueológicos. Sin embargo el colectivo Imastanen quiere alertar - y para ello ya ha dado parte a Patrimonio- de la presencia de otros dos nuevos grabados rupestres no incluídos en las prospecciones encargadas por la promotora urbanística. El Área de Patrimonio del Cabildo confirma que uno de los grabados catalogados no está contemplado por el estudio patrimonial encargado por la promotora y que el otro parece que ni tan siquiera estaba catalogado. Esto habla del poco rigor con el que muchas veces se realizan los trabajos arqueológicos que obliga a los promotores a realizar informes patrimoniales por ley. En casos de intervenciones urbanísticas de este calibre, suelen quedar fuera valores que están ya registrados y a veces otros no contemplados hasta el momento, debido al carácter superficial de los trabajos arqueológicos, que en última instancia son pagados por quienes tienen previsto destruirlos. Lo cierto es que estos estudios, suelen acabar por concluir que los yacimientos se verán parcial o totalmente afectados y que no se puede garantizar su conservación si las necesidades de la obra así lo requieren. Integrar un grabado dentro de un campo de golf (como pasara en Buenavista, con resultados nefastos) o una urbanización de lujo para extranjeros como es el caso de Armeñime), supone descontextualizar dichos yacimientos de su entorno y cerrar para siempre la puerta a que puedan ser estudiados en profundidad. Mover los grabados como si se tratara de algo de quita y pon, tampoco es una solución lógica cuando hablamos de proteger, conservar y divulgar el conocimiento que esconden las huellas que los guanches dejaron para orgullo y riqueza del pueblo actual pueblo canario.
Además de entre los valores etnográficos que acoge el área afectada por las obras, cabe destacar una era, de las más grandes del sur de Tenerife, que se encuentra en un estado de deterioro lamentable, pudiendo comprobar nuestro colectivo cómo recientemente se ha visto parcialmente destruída por el tránsito en su interior de vehículos, señales de frenazos y derrapes, que han levantado el empedrado del suelo. Esta era no está catalogada como B.I.C. pese a poseer un valor etnográfico indudable.
En el caso de Hoya Grande los valores arqueológicos son diversos y de gran importancia y al tratarse de zonas ya transformadas para la agricultura, el lugar requeriría de un estudio con prospecciones ejecutadas como es debido, esto es, recabando información del material en superficie y otros elementos de estudio de gran valor científico y cultural. Nada de eso va a pasar pues la zona está condenada bajo un nuevo pelotazo, en un municipio sacudido por escándalos de corrupción y con un alcalde señalado por permanecer en el poder desde 1987 y ser protagonista de numerosas acusaciones y escándalos.Al elevado valor patrimonial de la zona se suma el medioambiental con una importante biodiversidad que en los barrancos que flanquean la zona afectada por el proyecto urbanístico, posee reductos de termófilo además de una importante población de Viborina o “Echium Triste Nivariense” como ya sucediera en Armeñime.
El Plan Medioambiental encargado por la empresa promotora, da muestras una vez más de su falta de rigor y de la urgencia con que este tipo de informes son elaborados, con tal de reducir escollos en la aprobación de proyectos tan descabellados. Nuestro colectivo ha podido confirmar sobre el terreno, que lejos de existir solamente una pequeña población de Viborina Triste, que el informe señala de pocas plantas y en una zona que solo será afectada por las vías estructurantes que darán acceso a la urbanización y campo de golf, la realidad es que en todo el perímetro proyectado existen cientos de ejemplares repartidos en diferentes núcleos.
Pese a las maniobras del consistorio adejero para su trasplante y recolocación, de resultados comprobadamente nefastos -ver el ejemplo del Puertito de Armeñime- la planta posee la categoría de especie endémica con protección especial según consta en el catálogo Canario de Especies Protegidas del Gobierno de Canarias. Además de las plántulas que pueblan toda el área amenazada, la zona está colmada de semillas. A éste endemismo tinerfeño, se le suman otras tantas especies de endemismos botánicos y faunísticos que han ido reduciendo sus hábitats a zonas más altas, que hasta la fecha habían quedado fuera del crecimiento urbanístico que asola la isla y muy especialmente los municipios del sur. Seguiremos ampliando información sobre este nuevo atentado medioambiental y patrimonial que pretende imponerse en contra de todo sentido común, ya que existen múltiples alternativas posibles de cara a revalorizar ésta y otras zonas de la isla para que sumen riqueza, sin sacrificar nuestros últimos espacios naturales y elementos patrimoniales ancestrales, base de nuestra rica herencia identitaria. Todo ello en nombre del interés privado y a cambio de más miseria y dependencia.
Colectivo Imastanen
Defendiendo el legado superviviente
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