Arico vuelve a ser protagonista de atentados contra el patrimonio, esta vez en El Porís.

Nuevamente la alerta de unos vecinos, en este caso del municipio de Arico, Abona, en el sureste de Tenerife, vuelve a poner en relevancia el abandono y destrucción que sufre el legado material indígena en esta isla. La alarma surge a raíz de observar cómo el tránsito de motos de cross y bicicletas de montaña en espacios naturales se ha vuelto una práctica común, especialmente en este municipio, en donde se aprovecha la caótica gestión del territorio para realizar este tipo de actividades sin control alguno. Este descontrol institucional ha llevado a que muchos barrancos hayan quedado destrozados irreparablemente debido a la instalación de parques fotovoltáicos, a la proliferación de aerogeneradores -con todo tipo de vías de acceso asfaltadas-, escombreras y a otras intervenciones sobre espacios de valor geológico, natural y etnográfico como antiguas canteras, sin tener en cuenta el impacto que esto ocasiona también sobre el paisaje y los ecosistemas. 

Vecinos de la zona aseguran que es muy común ver motos y bicicletas de montaña circulando fuera de pista, aprovechando las laderas escarpadas y pendientes de la orografía característica del sur, para practicar estos deportes rodados sin que se esté garantizando un debido control de acceso y tránsito y por tanto poniendo en peligro a la flora y fauna locales y muy especialmente a muchos yacimientos arqueológicos presentes, que siguen pasando inadvertidos. La mayoría de estos yacimientos continúan sin haber sido recogidos en la carta municipal, la cual, insistimos, sigue sin haberse completado en ningún municipio de la isla, pese a la disposición que establece a este respecto la Ley de Patrimonio de 2019. Gran número de yacimientos siguen sin existir oficialmente para los encargados de gestionar el área, que no solo ignoran su presencia, sino que continúan sin atender las demandas de nuestro colectivo por abordar la cuestión de una vez, antes de que termine por desaparecer tan rico legado por culpa de la inacción complaciente de quienes deberían velar por su protección. Reciben sueldos por ello y sin embargo acceder a los responsables municipales en Arico se ha convertido en una odisea, que denota desinterés y desidia. Llevamos dos años tratando de citarnos con los actuales responsables de patrimonio en el municipio y otros tantos con el gobierno anterior, sin resultado hasta la fecha.

Lamentablemente no son solo las motos, bicicletas, rallys de coches teledirigidos u otras prácticas irregulares lo que está poniendo en peligro el patrimonio natural y arqueológico de Arico; tal y como mencionábamos, la instalación caótica y descontrolada de torres de alta tensión, complejos de energía fotovoltáica y aerogeneradores de gran envergadura, con sus centrales de distribución asociadas, ocupan gran parte del territorio. Pistas para el transporte de materiales, accesos y conexiones, están dejando una huella desoladora en un paisaje que antaño destacara por su incomparable belleza paisajística. Lomas cubiertas por Tabaibal-Cardonal, que acogían numerosas especies vegetales y animales, ahora se ven como grandes agujeros en el terreno, donde se acumulan escombros y proliferan todo tipo de especies invasoras como el Rabo de Gato. Si el crecimiento ilimitado que experimenta el PIRS en Arico -obligado a ampliarse cada poco debido a la magnitud de residuos generados- y la actuación de algunos empresarios de la agricultura que convierten en vertederos los espacios adyacentes a sus invernaderos -con todo tipo de residuos plásticos y vertido de escombros- , pareciera poco, la masificación turística de valores tan emblemáticos como el Arco de Tajao, están convirtiendo los espacios naturales del municipio en un terreno desolado, con el que se transmite el mensaje de que todo vale. Arico es territorio sin ley.

Precisamente en relación con el Arco de Bijagua, en Tajao, denunciamos hace poco la aparición de flechas pintadas en blanco sobre el terreno, con lo que suponemos es cal, y sobre cuyo orígen y responsabilidades nunca escuchamos pronunciarse al Ayuntamiento. La celebración en la zona de frecuentes producciones audiovisuales con rodajes que comportan el tránsito de personas, vehículos, equipos y alteraciones sobre el medio sin autorización alguna -que también denunciamos en su momento en reiteradas ocasiones-, nos llevaron a pensar que dichas flechas pintadas podrían corresponder a alguna de estas actividades audiovisuales llevadas a cabo recientemente en el lugar. El mismo partido que viene gobernando desde 2023 por un acuerdo entre PSOE y PP -en un insólito pacto por el cual en menos de dos meses la actual alcaldesa cederá el bastón de mando a un partido que a nivel estatal es su principal opositor- en sus últimos días de mandato, antes de ceder el poder voluntariamente a la que fuera cuarta política más votada en el municipio, acaba de pronunciarse a través de la alcaldesa en contra de las Zonas de Aceleración Renovables, según ella, por imposición del Gobierno de Canarias.

Más allá de declaraciones en huída, lo cierto es que el actual gobierno municipal ha tenido tiempo de sobra para demostrar interés en la protección y conservación natural y patrimonial de su territorio. Nuestras anteriores denuncias por el desmonte de una morra a raíz de una producción cinematográfica en la Caleta del Sordo, por las pintadas en el entorno del Arco de Tajao, la construcción sobre una zona arqueológica de alto valor de una estación fotovoltáica del ITER, la intervención con materiales extraños sobre una estación de cazoletas, la alteración de unos grabados y destrucción de una estación de cazoletas por la instalación de un aerogenerador o el atentado sobre unos grabados rupestres en un conocido barranco del municipio, entre otras denuncias públicas realizadas por nuestro colectivo en lo que va de legislatura, no encontraron respuesta ni responsabilidades, pese a las promesas de actuación inmediata,nunca cumplidas. 

A todo ello debemos sumar esta nueva denuncia, esta vez en el Porís de Abona. Motocicletas y bicicletas de montaña han ido ocupando cada vez más espacios en su tránsito incontrolado, habiendo alterado recientemente una importante estación de canales y cazoletas, que debido a su avanzado estado de erosión, está a punto de perderse para siempre, sin siquiera haber sido catalogada. Además en una zona cercana, en donde se han producido intervenciones de desmonte y aplanamiento con maquinaria pesada, existen otra serie de yacimientos guanches, que como ya es norma, tampoco se encuentran catalogados. Hace unos años estuvieron a punto de desaparecer por la instalación de una torre de alta tensión, que afectó a algunos de estos valores y posiblemente a otros de los que ya nunca tendremos noticia. Se tratan de bienes arqueológicos de gran interés científico y cultural, por la peculiaridad de su factura y simbología. Tristemente nunca llegaremos a obtener más información de muchos de estos yacimientos, que acabarán por desaparecer como consecuencia de las frecuentes alteraciones del paisaje que sufre diariamente el municipio. Uno de los más ricos de Tenerife en lo que a patrimonio insuloamaziq se refiere, por la gran cantidad de valores que aún sobreviven, pero que a este ritmo de destrucción y descontrol, acabarán por correr la misma suerte que otros ya desaparecidos. 

Pactos de gobierno inverosímiles como el de Arico, hablan de una suerte de intereses que no corresponden a la voluntad popular y sí a la defensa del interés particular, beneficiando especialmente a las grandes empresas energéticas. No bastan solamente las declaraciones de buena voluntad ni el cruce de acusaciones de una administración a otra, echándose las culpas mutuamente con tal de no asumir su responsabilidad. Mientras otros municipios -como Adeje- se arrogan todas las competencias posibles cuando se trata de descalificar especies botánicas protegidas o recalificar suelo rural para convertirlo en nicho de especulación para empresas constructoras foráneas, traslocando especies sin garantías y desprotegiendo zonas de alto valor ecológico y patrimonial, hay municipios como Arico, que parecen no tener ninguna competencia sobre su propio territorio. Lo cierto es que el patrimonio indígena, que según la actual ley debería tener en primera línea de defensa y conservación a los consistorios municipales, sigue siendo el gran despreciado. Catálogos sin elaborar que allanan el terreno para que muchos de estos yacimientos simplemente no existan a los ojos de la administración. Lo más grave de todo ello es que catalogado o no, estamos presenciando la desaparición acelerada de nuestro legado ancestral, que conforma las raíces identitarias de nuestro pueblo y que una vez extinguido, no habrá fórmula ni presupuesto otorgado, capaz de recuperar. Será ya demasiado tarde.

Colectivo Imastanen

Defendiendo el legado superviviente