Uno de los grabados rupestres más emblemáticos de Tenerife y de toda Canarias, amenazado por la inacción municipal en Guía de Isora

El patrimonio arqueológico que posee el término municipal de Guía de Isora, aún con todo el expolio sufrido durante décadas y a pesar de los recientemente tan comunes actos vandálicos que han alterado y dañado muchos enclaves de primer orden, sigue constituyendo un auténtico museo al aire libre de la cultura material guanche. Esta riqueza y diversidad de yacimientos hallados dentro del municipio, no siguen sin haberse desarrollado las debidas actuaciones en lo relativo a la custodia, protección, conservación y divulgación de la cultura material indígena.No existe un solo yacimiento que goce de las debidas medidas de protección y conservación que además garanticen una continuidad en la investigación y divulgación, tal y como establece la propia Ley del Patrimonio Cultural de Canarias.

Lugares emblemáticos que han sido divulgados tanto en publicaciones académicas como más recientemente a través redes sociales, tales como Chirche o Aripe, poseen valores etnográficos y arqueológicos que se encuentran en un estado de conservación lamentable, por no decir catastrófico. Algunos de los vestigios guanches presentes se encuentran entre los más representativos de Canarias, habiendo ganando popularidad a raíz de exponerlos indiscriminadamente hasta popularizarlos y convertirlos en objeto de constantes visitas, razón por la que se encuentran en grave peligro de desaparecer para siempre.


Daños detectados 

En una visita reciente, miembros de nuestro colectivo detectaron una fragmentación a modo de fisura en la superficie de piedra junto a un importante grabado que es considerado uno de los más representativos del arte rupestre ínsuloamaziq. Se trata de un grabado rupestre con motivo antropomorfo, conocido popularmente como “La Bailarina”, en el que se representa de manera esquemática pero evocadoramente hermosa - tal como era costumbre en el arte rupestre indígena canario- la figura de una mujer con los brazos y piernas extendidos. Su falda contrasta con otros grabados menos conocidos en la zona, en donde se aprecian lo que parecen ser siluetas de guerreros. Otra serie de tarjas -como se conoce a los grabados con formas simétricas y lineales, en vertical y a veces con trazos aleatorios en horizontal- complementan un conjunto arqueológico que contiene tan importantes valores, que sin embargo parecen haber quedado fuera del ámbito de interés del gobierno local.

A mediados de 2024 se anunciaba la concesión por parte del Cabildo Insular, de una serie de subvenciones a los ayuntamientos dentro del Programa Insular de Patrimonio Histórico 2023-2027. Este programa incluía dos líneas de actuación prioritarias para los 1,6 millones de euros destinados, por un lado a la restauración de bienes de interés cultural y por otro lado a la elaboración y aprobación de planes especiales de protección de conjuntos históricos, así como de catálogos municipales de bienes patrimoniales culturales. Bajo la excusa de la creación de empleo, la diversificación económica o el desarrollo sostenible , etc, lo cierto es que el casi medio millón de euros que fue a parar a las manos de los municipios de Adeje, Arafo y La Orotava, se destinó a edificios religiosos y a varios bienes etnográficos de factura colonial, por poner solo tres ejemplos. En total, cero euros dedicados al patrimonio indígena. Y esa tónica es la predominante en toda la isla. El caso de Guía de Isora es particularmente grave y paradigmático. 

Para conservar la herencia guanche no hay dinero

Precisamente a Guía de Isora y precisamente a los conjuntos históricos de Chirche y Aripe, en donde se ubican los valores amenazados antes mencionados, le fueron dados 262.036,12 euros. De ellos 168.538,86 fueron destinados explícitamente a la cofinanciación de los Planes Especiales de Protección de Guía de Isora en su conjunto y los 93.497,53 euros restantes irían específicamente destinados a los valores patrimoniales ubicados en esos dos caseríos, que deberían incluir también lo relativo al patrimonio guanche. Al parecer, para los gestores municipales, el patrimonio material indígena no tiene valor alguno, pues no solo no se han realizado intervenciones dirigidas a su catalogación y posterior protección, si no que ni tan siquiera se ha hecho absolutamente nada por tomar alguna medida de prevención que pudiera impedir lo que inevitablemente ha terminado por suceder.

El daño que amenaza a la “bailarina” de Aripe y al resto de grabados de la zona, se podría haber evitado, y más cuando existen demandas históricas por parte de los vecinos reclamando la puesta en valor y protección de esos mismos conjuntos arqueológicos, que pese a todo presentan cada vez más un estado de deterioro insultante. Por ello seguimos sin entender por qué tras esas grandes cifras de dinero empleado en partidas económicas dirigidas a la defensa y conservación del patrimonio histórico y cultural, no se destina nada en absoluto cuando se trata del legado de nuestros ancestros amazigues, cuya huella más que ignorada, parece querer ser borrada y eliminada de la memoria colectiva. A este ritmo de expolio y destrucción imperante, no están muy lejos de conseguirlo, quienes no cumplen con sus competencias profesionales, ignorando tanto el deber ético como el legal al que se deben cuando ocupan cargos públicos. 


Incumplimiento de la ley

El gobierno municipal de Guía de Isora no solo no está cumpliendo con la ley en lo relativo a patrimonio cultural arqueológico sino que está exhibiendo una total falta de transparencia y credibilidad, cuando se les pregunta por la cuestión guanche. Nuestro colectivo ha tratado en reiteradas ocasiones de ponerse en contacto con los responsables en la materia dentro del gobierno local, pero ha sido literalmente imposible. Todo lo señalado para este municipio , por desgracia no es una excepción en la isla. Ya hace más de un año que fueron concedidas subvenciones para la elaboración de catálogos en quince diferentes ayuntamientos -aquellos que las solicitaron-, los cuales recibieron grandes partidas de dinero destinadas expresamente a la elaboración y actualización de sus catálogos municipales de bienes patrimoniales culturales. Los bienes arqueológicos no parecen entrar en esta categoría para estos “responsables” y quedan por norma en último lugar de entre los planes de conservación patrimonial. 

Tenerife y el abandono institucional hacia lo guanche

Esta desidia es común al conjunto de ayuntamientos de la isla, que vienen incumpliendo de esta manera la ley durante años, en lo que a la obligatoriedad de actualizar y elaborar estos catálogos se refiere. Una desatención y desafecto patentes que dejan a muchos de estos vestigios ancestrales desprotegidos, ante por ejemplo, la concesión de permisos de intervención urbanística sobre territorios, en los que al no tener constancia de la existencia de muchos de estos bienes -por quedar excluídos del catálogo del propio ayuntamiento que entrega el permiso a la constructora de turno- lleva a disparates como los vividos recientemente en Güímar, Granadilla, Arico o el Rosario, por citar solo algunos en los que se han destruído valores materiales guanches de manera permanente por “despiste”. 

La desactualización de estos catálogos y descoordinación entre las diferentes áreas de patrimonio municipales e insular, provocan casos esperpénticos en los que se estaba actuando con maquinaria pesada sobre una zona arqueológica ya estudiada y prospeccionada, sin que estos valores fuesen contemplados en uno u otro catálogo, propiciando que se comenzasen las obras y se arrasara con todo el material arqueológico del que existía constancia académica de su importancia científica y cultural.

El desinterés que conduce a la extinción

Por nuestra parte al detectar el daño, procedimos como es costumbre a dar parte ante el área de Patrimonio del Cabildo, alertando de que, de no procederse a una intervención y restauración urgente, la emblemática figura antropomorfa correrá la misma suerte que otros grabados anteriormente contenidos en ese mismo panel y que por desgracia desaparecieron hace tiempo. Ya sea como consecuencia de la erosión provocada por la masificación de visitantes -que en algunos casos buscan ver los mismos grabados que están pisoteando inadvertidamente,contribuyendo sin quererlo a su erosión-, ya sea como consecuencia directa de expolios y atentados malintencionados, el daño es evidente. 

Las alarmas vecinales y las advertencias reiteradas de colectivos preocupados por el precario estado que presenta el patrimonio guanche -como en nuestro caso, que llevamos largo tiempo señalando el desinterés absoluto que parece predominar entre las instituciones locales en lo que a la conservación y custodia de nuestro legado ancestral se refiere-, parecen no encontrar respuesta. Confiamos en que esta ocasión no sea una más en la que tengamos que lamentarnos y volver a decir con pesar y rabia eso de que “se podía haber evitado”.

Colectivo Imastanen
Defendiendo el legado superviviente

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las máquinas arrasan en Arico con una Morra y una Hoya con importantes restos arqueológicos ya prospeccionados, sin el debido balizado ni cartelería informativa alguna.

El colectivo Imastanen alerta del inicio de las obras del Circuito del Motor de Atogo y del consecuente vallado y perimetrado de los enclaves arqueológicos presentes en la zona de futura construcción.