Llamamiento urgente a las autoridades locales ante el desastre patrimonial en Arico: Continúan produciéndose destrozos sobre yacimientos guanches

Lamentablemente tenemos que volver a denunciar graves daños sobre el patrimonio arqueológico en Arico, municipio que viene protagonizando durante los últimos años algunos de los más graves atentados contra el patrimonio material indígena, en el ya de por sí, catastrófico escenario que presenta la isla de Tenerife. La falta de catalogación, protección, estudio y divulgación del rico patrimonio guanche detectado dentro del municipio de Arico responde exclusivamente a la total ausencia de interés y voluntad política por parte de los responsables de su salvaguarda y conservación. Ninguno de los diferentes partidos que han pasado por el poder en Arico ha demostrado históricamente el menor interés en desarrollar programas destinados a la adecuada protección del vasto patrimonio guanche presente en la localidad. Ni tan siquiera se ha puesto en práctica la obligación jurídica manifestada en la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias del 2019, por la cual, cada municipio está obligado a contar con su catálogo arqueológico municipal actualizado. 

Las competencias que esta Ley Autonómica atribuye a los municipios según los artículos 17 y 20, deberían haber puesto en marcha las debidas medidas de implantación que garantizasen la custodia, conservación, estudio y divulgación de los bienes culturales guanches. En esto, cabe decir que Arico no es ninguna excepción. A fecha de hoy ningún gobierno municipal de Tenerife ha hecho nada por hacer cumplir la ley patrimonial en su territorio en lo que a legado indigena se refiere. Incluso existiendo la posibilidad de solicitar ayudas y subvenciones ofertadas, tanto desde el Cabildo como desde el Gobierno de Canarias, destinadas a la protección del Patrimonio Cultural, lo cierto es que muchos municipios -como es el caso del propio Arico- ni siquiera las pidieron y aquellos que sí optaron a su asignación, a día de hoy tampoco han destinado partidas presupuestarias concretas ni proyectos dirigidos específicamente a la protección divulgación arqueológica. 

Proyectos fallidos con dinero asignado que acaba esfumándose sin que se llegue a realizar intervención alguna y gestos anecdóticos del todo insuficientes, que no han supuesto ningún freno a la oleada de atentados y expolio que viene sufriendo el patrimonio arqueológico, completan el panorama que ofrece el panorama institucional en lo que arqueología guanche se refiere. Mientras, edificios coloniales, iglesias, festividades religiosas y folclóricas de todo tipo, coptan los fondos de financiación en las diferentes áreas locales que aglutinan las concejalías de Cultura, Patrimonio y Fiestas.

Nuevos daños irreparables causados por instalaciones energéticas privadas

Hace unos años se produjo uno de esos episodios por desgracia tan comunes que ponen de manifiesto el esperpento y el desamparo que sufre el legado indígena en Tenerife: Unión Eléctrica de España y UNELCO decidieron instalar un tendido de alta tensión, que comportaba la colocación de una torreta eléctrica de grandes dimensiones justo al lado de un importante yacimiento, condenándolo de esta manera. Se trataba de una estación de cazoletas y canales muy peculiar, que estuvo a punto de desaparecer debido a esta instalación. El proyecto energético contaba con la señalización y vallado del yacimiento, promoviendo incluso su valor cultural a través de futuras visitas. Esta era la mentira bondadosa que permitiría que el tendido pasara justo por encima del propio yacimiento. A día de hoy, el vallado que se instaló para delimitar el Bien de Interés Cultural guanche, ha desaparecido, así como la cartelería que lo señalizaba. El lugar acabó en el abandono más absoluto, debido a la imposibilidad de compatibilizar las prometidas visitas arqueológicas con el hecho de que justo sobre las cabezas de los escolares y otros visitantes previstos, pasa un tendido de alto voltaje. 

Recientemente vecinos de la zona nos trasladan su alarma tras detectar la desaparición de un elemento patrimonial de gran valor que formaba parte de este conjunto arqueológico, al igual que gran cantidad de restos líticos, malacofauna y cerámica que antaño contenía el lugar y hoy son inexistentes. Restos de chatarra desperdigados por la zona, afectando a la propia estación de cazoletas, basura de todo tipo y un estado de abandono que excede cualquier excusa política posible. Otra promesa fallida con un resultado nefasto en el que siempre acaba perdiendo nuestro patrimonio cultural ancestral.

Más intervenciones y destrucción

Una muestra más del predominio del interés privado por sobre el común, como es el patrimonio cultural ancestral que pertenece a todas y todos los canarios, la tenemos en la misma zona, con otra intervención relacionada con la instalación de parques fotovoltáicos en el municipio. Una estación de cazoletas y canales de hermosa factura ha sido destruída completamente, como consecuencia de la excavación de una zanja destinada a una instalación de cables y tuberías soterradas que conectan una instalación fotovoltáica con su respectiva subestación. La zanja atraviesa en su recorrido espacio declarado como Monumento Natural, afectando dramáticamente a numerosas especies protegidas como cardoncillos, tabaibas, verodes y balos, en una cicatriz desoladora de varios kilómetros. Además esta zanja afecta al propio sendero que circula por este espacio protegido. 

Hemos comunicado al área de patrimonio la desaparición de estas cazoletas en espera de que se confirme su previa catalogación. Este es uno de los motivos por los que insistimos en la necesidad de que cada municipio cumpla con la ley y actualice sus catálogos arqueológicos. Ya que aquello que no está registrado, es pasado por alto en los informes que acompañan la concesión de licencias. No obstante tampoco sería la primera vez que una actuación tan destructiva sobre el paisaje tenga lugar en Arico sin siquiera conocimiento de las propias autoridades locales. Como ya dijimos en otro caso reciente, Arico es actualmente un territorio sin ley. Rodajes cinematográficos, trazados de vías estructurantes asociadas a instalaciones fotovoltáicas y eólicas, desmontes sin autorización, circuitos ilegales de motos y bicicletas u otras actuaciones que han comportado la afectación y destrucción de yacimientos indígenas, han tenido lugar incluso sin el conocimiento de la propia administración como ellos mismos han reconocido públicamente. Cabe mencionar nuestra reciente denuncia por el desmonte y destrucción de un yacimiento catalogado y estudiado, como consecuencia de la instalación de una planta fotovoltáica del ITER que ni tan siquiera se ha llegado a completar y por la que el que el Cabildo fue multado con 300.000 euros por el Gobierno de Canarias. Volvemos a pagar nosotros.

Alteración de un yacimiento por aficionados

Otro caso que nos preocupa especialmente, está relacionado con la creciente afición por la arqueología y por el legado material insuloamaziq y su visibilización irresponsable en redes. Personas atraídas por el mundo guanche, se hacen eco a través de redes sociales de prácticas que consideramos nocivas y que suponen además de una ilegalidad, un acto de irresponsabilidad sobre el que conviene reflexionar. 

También en Arico, hemos sido alertados de la alteración de una cueva que contiene un importante yacimiento guanche, de asombrosa manufactura y de un simbolismo sin par. Al parecer y tal y como el propio autor reflejó en sus redes sociales, supuestamente habrían procedido al barrido del suelo de la cueva, con tal de dejar a la vista el dibujo que trazan los canales sobre la superficie a lo largo y ancho de esta cueva. En las fotos divulgadas se puede apreciar la desaparición de gran cantidad de material que antes cubría el suelo y aparece una persona posando en el interior del yacimiento alterado, para a continuación elaborar pseudo-teorías con las que presumimos, solo se pretende ganar visibilidad y likes. Creemos que el patrimonio no debe convertirse en un escenario de vanidades, ya que inevitablemente atraeremos a personas ignorantes o con intenciones deshonestas, tal y como ha quedado demostrado en innumerables ocasiones. 

Esta actuación se encuentra en las antípodas de lo que defiende la arqueología social, ya que no solo supone la alteración de un yacimiento sin estudiar- con la consiguiente pérdida de posible información, que sólo los profesionales deben realizar bajo estrictos protocolos de prospección- sino que además crea un precedente y actúa como reclamo público hacia este tipo de prácticas. Prácticas que recordamos, la ley estipula sancionables y que pese a todo han llevado en tiempos recientes a una aceleración en el expolio de materiales arqueológicos irremplazables. 

El papel de los vecinos y vecinas

Creemos así mismo de vital importancia que los vecinos y vecinas pierdan el temor a denunciar tal y como han llegado a manifestarnos que ocurre a veces y que se animen a señalar este tipo de atropellos sobre el territorio y sobre nuestra historia como pueblo. Que no duden en denunciar a las autoridades, avisar a los medios de comunicación o ponerse en contacto con algún colectivo por la defensa de la naturaleza y el patrimonio que les oriente. Esta acción es parte de nuestro derecho y deber como ciudadanos y puede ayudar a que las autoridades sientan que de verdad nos importa y actúen de una vez por todas. 

Nuestro llamamiento también va dirigido a las autoridades competentes en la materia, en este caso a los responsables del municipio de Arico por quienes seguimos esperando para que se nos reciba, de cara a abordar esta problemática que mantiene el ayuntamiento en materia patrimonial guanche. Es su responsabilidad moral y jurídica velar por el patrimonio y ya están llegando tarde. 

Nuestro mensaje por tanto, va dirigido al conjunto de la sociedad, en una visibilización necesaria que debe ir encaminada a generar una conciencia que permita revertir esta inercia de destrucción y olvido que sufre nuestra tierra y el legado ancestral que aún sobrevive en lo que nos queda de ella. 

Colectivo Imastanen

Defendiendo el legado superviviente